Sementales

Al igual que en resto de las razas, y como en cualquier otra ganadería, el semental juega un papel de especial trascendencia, como consecuencia de la cantidad de crías que puede aportar al año.

Los principales criterios de selección genética a la hora de elegir un semental para formar parte de la ganadería son:

  • FACILIDAD DE PARTO. Han de ser animales con un hueso justo, suficiente para soportar el peso que pueda alcanzar a edad adulta. Un parto fácil, es una garantía de rentabilidad.
  • POTENCIAL DE CRECIMIENTO. Para conseguir terneros pesados y conformados al destete
  • CUALIDADES MATERNALES. Han de ser animales que tengan buenos orígenes lecheros, para trasmitir a las futuras madres.
  • LONGITUD Y CONFORMACIÓN. Han de ser animales largos y profundos, con dorsos rectos y buen desarrollo muscular. Deben contar con buenos aplomos, de esta manera se adaptan mejor a cualquier condición de manejo, sobretodo en extensivo.
  • ANIMALES RACEADOS.


 

Es importante recordar que la raza charolesa es una raza cárnica por excelencia; es por ello por lo que creemos que los animales deben guardar un equilibrio entre el desarrollo esquelético y muscular. El equilibrio entre ambos factores hace que se consigan animales armónicos, adaptados al medio y rentables.

Contando con todo lo anterior, seleccionar un semental es una tarea complicada y de mucha responsabilidad, marcará el futuro de la ganadería. Dada la complejidad de la tarea, nos encontramos en constante búsqueda de sementales, analizando animales con genética de nuevo origen que aporten una mejora a la ganadería, para de esta manera producir animales de mayor valor genético.

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